miércoles, 24 de febrero de 2016


Tifón

Tifón o Tifeo era un monstruo terrorífico, resultante de una unión entre Gaya (madre tierra) y Tártaro, el más profundo e in­hóspito lugar del inframundo. Su fuerza era como la de un buey y tenía 100 cabezas de serpiente con lenguas negras y ojos de fuego que brotaban de sus hombros. Todas sus cabezas tenían sus propias voces, pro­duciendo indescriptibles sonidos. Una po­día hablar el lenguaje de los dioses, mien­tras otras podían mugir como un toro, rugir como un león, otras ladrar como una jauría de sabuesos o hacer extraños sonidos siseantes… Los ruidos eran aterradores y con ellos Tifón pretendía dominar el mundo.

Cuando puso sus ojos sobre Tifón, Zeus, el dios de los dioses, hizo temblar los cimientos del Olimpo. Sus rayos y el fuego del monstruo causaron tal estrépito en la tierra, en los mares y en el cielo que incluso Hades y los titanes encerrados en el Tártaro se sentaron gritando y temblando de miedo. Zeus reunió todos sus rayos y truenos y descendió del Olimpo para golpear a Tifón y a todas y cada una de sus 100 cabezas. En llamas, el monstruo huyó y se derrumbó, causando fuegos y arrasan­do todo aquello que tocaba. Zeus expulsó a Tifón al Tártaro y allí encerró también de ahí en adelante a las fieras galernas, que podían poner en peligro a la humanidad.

Ese es el origen del nombre de los tifones, en el sentido que le damos hoy día.

En otra versión del mito, Zeus debió esforzarse más en eliminar a Tifón, pues en un momento de la batalla el monstruo le arrebató su hoz y le cortó los tendones, dejándolo cojo para siempre. Tifón se hizo después con los rayos y truenos de Zeus y pidió a otros monstruos que se los guardasen junto a los tendones. Después, Hermes engañó al monstruo y dotó de movilidad a Zeus de nuevo. El dios acudió al Olimpo a coger más rayos y truenos y condujo a Tifón al monte Nisa, donde fue víctima de la trampa hurdida por las Moiras, que le aconsejaron comer carne humana para hacerse incluso más fuerte. Pero esta comida lo debilitó seriamente. Una confrontación entre el rey de los dioses y el monstruo tuvo lugar en una montaña de Tracia, que culminó con Zeus persiguiendo a Tifón por la cos­ta sur de Italia y enterrando al monstruo bajo la isla de Sicilia, donde hasta el día de hoy el volcán en el monte Etna sigue emitiendo el aliento caliente y venenoso del monstruo.

Según otra historia, tras la aparición de Tifón, los dioses huyeron despavoridos a Egipto y se ocultaron haciéndose pasar por animales. Apolo se convirtió en cuervo, Dioniso en ciervo, Artemisa en gato, Hera en vaca blanca, Afrodita en pez y Hermes en ibis. Incluso Zeus asumió una nueva forma, cambiándose a sí mismo en un carnero, motivo por el cual el dios Amón de los egipcios se identifica con Zeus y es representado con cuernos de carnero. Según el historiador Herodoto, Tifón murió en Egipto a manos de Apolo, que en Egipto se identifica con Horus, hijo del dios de la muerte y de la resurrección, Osiris.

Antes de ser finalmente derrotado, Tifón fue padre de una horda de monstruos, nacidos de su unión con la serpiente Equidna. De ellos nacieron la Quimera, el dragón Ladón, la Esfinge, el berraco Cromión, el león de Nemea y el águila que comía el hígado de Prometeo.

martes, 23 de febrero de 2016


         Aquiles


Aquiles fue el más importante de los héroes griegos de la guerra de Troya: joven ardoroso fuerte, su carácter es esencialmente belicoso. Frente a Ulises, que es su opuesto en carácter debido a que simboliza la astucia y la inteligencia pragmática, Aquiles personifica el ímpetu y la audacia espontánea. 
Es hijo del rey Peleo y la diosa Tetis, la joven. Pero, 
como su padre, Aquiles es mortal. Dos leyendas relatan la causa de esa mortalidad: en la primera, Tetis trata de inmunizar a su hijo sumergiéndolo en el río Estigia; consigue hacerlo invulnerable en todo su cuerpo, exceptuando el talón por donde lo sujetaba. 
La segunda versión cuenta que Tetis, a escondidas, exponía a su hijo al fuego y luego le curaba las heridas con ambrosía, cuando fue sorprendida por Peleo. El significado de esta actitud del padre, en el mito de Metanira, madre de Demofón, en el mito de Deméter (Ceres): ambos interfieren en las acciones de los dioses, expresando la desconfianza y la incredulidad de los hombres ante situaciones desconocidas. En ambos mitos todo es echado a perder por la intromisión de un mortal incapaz de aceptar algo que le es extraño, incomprensible y hasta criminal. 
Cuando Aquiles era un muchacho, el adivino Calcas profetizó que la ciudad de Troya nunca podría ser conquistada sin su ayuda. Su madre, Tetis, sabía que si su hijo iba a Troya, moriría, así que envió a su hijo a la corte de Licomedes, donde permaneción escondido por algún tiempo, disfrazado de mujer. Durante este tiempo se enamoró de la hija de Licomedes, y tuvo un hijo, Neoptolemo. Sin embargo, fue descubierto por el astuto Ulises, que se presentó como mercader y exhibió entre las mercancías, una armadura. La única "doncella" que se entusiasmó con 
las armas fue Aquiles, que decidió partir voluntariamente con Ulises hacia Troya, como jefe de los Mirmidones, y acompañado de su amigo Patroclo
En la guerra se distinguió como un luchar infatigable. He conquistó 23 ciudades en territorio troyano, incluída Lyrnessos, donde obtuvo a Briseida como trofeo de guerra. Más tarde, Agamenón, el jefe de todos los griegos, fue forzado por un oráculo a desprenderse de su esclava Criseida, y tomó Briseida de Aquiles, que se retiró a su tienda enfurecido, jurando no luchar más. A partir de este momento los troyanos tomaron la ofensiva, y los griegos comenzaron a retroceder hacia el mar. Aunque rehusó salir al combate, permitió a su amigo Patroclo salir con sus propias armas. Al día siguiente, el troyano Héctor, mató a Patroclo creyendo que era Aquiles, y le despojó de su armadura. 
Símbolo de la impetuosidad, acometividad e irreflexibilidad de la juventud, Aquiles se irrita fácilmente: cuando se siente humillado por Agamenón, abandona la lucha, aun sabiendo que su ausencia del campo de batalla acarrearía grandes perdidas a los griegos. Y sólo regresa al combate para vengar la muerte de Patroclo. 
Patroclo es el gran amigo de Aquiles, desde la infancia. Se educaron juntos y viven todas sus aventuras en común. La amistad es un elemento muy importante en este mito. 
Para los antiguos griegos, la amistad entre hombres era una virtud, encarada como un verdadero ideal. Tal admiración por la amistad masculina es explicada por la posición social inferior de la mujer. Aquiles, enfurecido por la muerte de su amigo, obtuvo de su madre una nueva nueva armadura forjada en la fragua de Vulcano, y salió al campo de combate, donde mató a Héctor, arrastrando su cuerpo atado a su carro en torno a los muros de Troya, sin permitir que tuviera los ritos funerales. Sólo cuando Príamo, el padre de Héctor y rey de Troya, vino en secreto a entrevistarse con Aquiles, éste le devolvió el cuerpo del héroe, en uno de los pasajes más emotivos de la Ilíada.
Continuó luchando, derrotando una y otra vez a los troyanos y a sus aliados, incluída la guerrera amazona Pentesilea. 
Finalmente, Paris, hijo de Príamo, con la ayuda del dios Apolo, hirió a Aquiles con una flecha en su único punto vulnerable, el talón. Aquiles murió de la herida.
Después de su muerte hubo una disputa por su armadura, y se decidió otorgarla al más bravo de los griegos. Ulises y Ayax compitieron en la final, cada uno con un discurso explicando por qué se lo merecían más que nadie. Ulises ganó, y Ayax perdió la razón y se suicidó.
A Aquiles se le han atribuído muchos episodios románticos, entre ellos con Pentesilea, la amazona a la que mató en el campo de batalla, y también se ha dicho que se casó con Medea.

Artemisa


Era la diosa de la caza, de las fieras y de la naturaleza salvaje. Su nacimiento tuvo lugar poco antes que el de su gemelo Apolo, y ayudó a su madre durante el nacimiento de su hermano. Es hija de Zeus y la titánide Leto.
Artemis podía aparecer como una dulce y casta doncella, como una feroz criatura asociada siempre al oso o como una diosa de las cosechas, llegando a recibir en ofrenda los primeros frutos recolectados de la tierra, por lo que puede aparecer asociada a la gran diosa madre, Ceres, o incluso a Selene, por su carácter de protectora de la luz lunar. A causa de ser considerada una diosa virgen, era la protectora de las jóvenes, aunque en ocasiones solicitó el sacrificio de alguna para aplacar su furia, tal fue el caso de Ifigenia, que debía ser sacrificada por los griegos si querían que sus barcos pudieran partir hacia Troya. Su virginidad no le impidió aparecer como protectora en los partos, se realizaban ofrendas de flores por las jovenes que iban a ser madres para solicitar su ayuda durante el alumbramiento y para que les proporcionara una muerte dulce, en el caso de que esta se produjera.
Las venganzas de Ártemis fueron legendarias, llegando a límites insospechados para reparar las ofensas que sufrió ella y alguien querido por la diosa. Tal fue el caso de Niobe, cuyos hijos, seis muchachos y seis muchachas de una gracia y belleza sin par, fueron abatidos por las flechas de las diosa y su hermano. El motivo fue la ofensa que recibió Leto por parte de Niobe, al jactarse ésta de su gran capacidad como madre, ya que había tenido doce vástagos, mientras que la titánide tuvo que conformarse con dos.
La diosa portaba siempre un carcaj y un arco, y estaba acompañada de una jauría que tapaba sus desnudas piernas. Lleva una media luna en la frente e iba vestida de cazadora. Ártemis destacaba por su altura entre las ninfas que siempre la acompañaban. Además, muchas veces se la representa con el pelo recogido y un pecho descubierto.

martes, 16 de febrero de 2016



Las Cárite

Las Cárites son a instancias de la mitología griega aquellas diosas que encarnaban cualidades puntuales.
Eran hijas de Zeus y de la oceánide Eurínome y la historia destaca especialmente a tres: la más pequeña de las hermanas era Aglaya, a la que consideraban como la más linda y por eso además de encarnar la belleza le tocó simbolizar otras cuestiones como ser la inteligencia, la creatividad y la intuición de la razón.
Luego le seguía Eufrósine, la del medio y la que representaba la alegría. Y finalmente Talia que indicaba la prosperidad.


El río costero griego conocido como río Cefiso era el lugar que se había consagrado a la adoración de las gracias y por tanto está íntimamente vinculado a ellas y a las festividades que se llevaban a cabo en conmemoración de las mismas, las caritesias o caricias. Estas celebraciones consistían en dar las gracias y se preparaba un banquete especial en el que el plato excluyente era una torta de miel que se comía en honor de las Cárites.
Tal como sucede con casi todos los dioses de la mitología griega, luego, la civilización y cultura romanas los adaptaron a sus costumbres, cambiando sus nombres y en otros casos, como con las Cárites, en las que las Gracias en lugar de representar cualidades como la belleza, la alegría y la prosperidad, se ocuparon de representar a los diferentes tipos de mujeres que se hallaban en esa sociedad: Castitas (virgen), Voluptas (amante) y Pulchritude (esposa).
Las cárites estuvieron siempre muy presentes en el arte pictórico y fueron la inspiración y las protagonistas de las obras de diversos y notables artistas plásticos, entre ellos: Rafael, Rubens, Van Loo, entre otros.




lunes, 15 de febrero de 2016

Hebe (diosa de la juventud) 



Diosa de la Juventud, hija de Zeus y Hera, era la encargada de evitar que los dioses del Olimpo tuvieran sed, a base de distribuir su bebida preferida, la ambrosía.

Esta función la abandonó después de su boda con Heracles (Hércules), el héroe que tras su muerte alcanzó la categoría de dios, a pesar de la oposición de Hera. Las funciones de repartir el néctar y la ambrosía entre los dioses olímpicos lo ocupó un príncipe troyano, Ganímedes, que fue raptado por el propio Zeus transformado en águila.

Era una divinidad con el poder de rejuvenecer a los ancianos, como hizo en una ocasión con Yolao por un día cuando éste iba a luchar con Euristeo, o de envejecer a los niños, como hizo con los hijos de Alcmeón, para que pudiesen vengar su muerte en manos de los hermanos de su primera esposa: Arsíone.

Su madre presidía todos los matrimonios. Se la consideraba el modelo a que toda mujer en edad de casarse debía aspirar y se representa como una joven con la mirada alegre, bella y muy sencilla.

jueves, 11 de febrero de 2016


Deméter (Diosa de la Agricultura)

Diosa de la agricultura, la fertilidad y la tierra, protectora de los cultivos y las cosechas.
Hija de Crono y Rea. Hermana y esposa de Zeus con quien tuvo a Perséfone.
Hades raptó a su hija Perséfone y se la llevó al inframundo. Deméter salió a buscarla y todos los campos de la tierra quedaron estériles. Zeus tuvo que intervenir e hizo que Hades devolviera a Perséfone seis meses al año, momento en que Deméter se siente feliz y los campos florecen. El resto del año Perséfone vuelve junto a su esposo en el Hades y los campos permanecen improductivos.
Sus atributos son la espiga, los cereales y la «cornucopia» o cuerno de la abundancia, fabricado por Zeus con el cuerno de la cabra Amaltea del que siempre salen abundantes alimentos.
Cuando es perseguida por Poseidon se transforma en yegua.


Gea (Madre Tierra)



Literalmente Gea es la diosa primigenia que personifica la Tierra en la mitología griega. Es una deidad primordial y ctónica en el antiguo panteón griego, es considerada la Tierra Madre. La Teogonía de Hesíodo cuenta cómo, tras el Caos, surgió Gea «la de amplio pecho». Gea sin duda alguna fue la preferida de Caos, fueron como unos amantes que se seducían con cumplios pero que nunca se tocaron el uno al otro por el respeto que se tenían. Gea era fue por mucho tiempo la diosa más hermosa hasta el nacimiento de Ourea, esta fue engendrada por Gea intencionalmente cuando estaba cansada de los acosos de Erebo y Nix entre otros dioses, ya que se rehusó a acostarse con cualquier dios, ella misma con el poder que le pidió prestado por Caos engendró a Urano, en la imagen inicial se podría decir que Gea es la mujer dormida y que Urano es el niño junto a ella. Sin embargo no se ven ni Ourea ni Pontus, los hermanos de Urano.
Se podría decir que al crecer Urano se casó y engendró con Gea a los Titanes, a los Hecatonchires, a los Cíclopes, Tetis y a Equidna; aunque Gea también engendró con Pontus a Nereus.
La madurez y madurez y rigidez de Urano era tanta que al ver los monstruos que tenía por hijos, fue capaz de mandar luego a sus hijos al Tártaro sin mostrar ni un poco de pesar por ellos, aunque luego de varios hechos algunos de estos terminaron cuidando la puerta de esta.
Muchos creen que Urano y Gea tuvieron a esos hijos por una maldición de Caos, ya que este al dar la orden de que todos se reprodujeran creyó que Gea se reproducirá con él, al ver que no su ira fue tanta que fue allí cuando posiblemente maldijo a todo hijo que tuviera Gea aunque no se sabe si también maldijo a Urano, y volvió a ser solo una fuerza mística.
Algunos creen que Urano y Gea que tuvieron a semejantes monstruos porque eran fruto de la reproducción de un hijo con una madre, pero ninguna teoría ha logrado comprobarse.
Después de que Urano mandó a sus hijos al Tártaro, Gea furiosa absorbió un poco del poder que brotaba del cuerpo de Tártaro y dio origen a Equidna, pero al ver que esta también había resultado ser un monstruo pidió el perdón de Urano, el cual aceptó a volver a vivir con ella para evitar las burlas de los otros dioses como Nix, hacia el y ella.
Gea seguía amando a sus hijos y por eso una vez que logro ganarse nuevamente su confianza comenzó a conspirar en contra de Urano con Cronox, no para liberarlos sino para tratar de matarlo, cuando Cronos noto que Urano trataba de conquistar a Nix y que todos los dioses decían que si estos dos se unían uno de sus hijos lo revocaria más tarde de su futuro trono, éste lo sorprendió una noche cuando estaba con Nix y lo castro, tirando sus testículos al mar y mandándolo luego al Tártaro con la ayuda de algunos monstruos que el mismo libero. Luego de este hecho Gea quedó satisfecha y continuó desempeñando su cargo.
Tiempo después Afrodita Urania sin motivo alguno o tal vez para tratar de darle felicidad a Gea logro hacer que esta quedara en embarazo de Tifón cuyo padre seria el Tártaro, siendo este el último hijo y monstruo al que dio luz Gea.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Temis (La Justicia)


Nació de la unión entre Urano y Gea y, a su vez, fue madre de las parcas y de las estaciones. Vivió casi siempre en la tierra, pero durante la Edad de Hierro, llena del espanto que le causaron los grandes crímenes que se cometían, se trasladó al cielo donde ocupó el lugar del zodiaco llamado Virgo. Astrea, una de sus hijas, se confunde muchas veces con la propia Temis, pero juntas forman una sola y única divinidad. También fueron hijas suyas Irene y Diké, dos de las Horas. Diké también está relacionada con la representación de la divinidad de la Justicia.

Temis, la del ‘buen consejo’, era la encarnación del orden divino, las leyes y las costumbres. Cuando se le hace caso omiso, Némesis trae el justo y colérico castigo. Temis no era colérica: ella, ‘la de preciosas mejillas’, fue la primera en ofrecer a Hera una copa cuando volvió al Olimpo afligida por las amenazas de Zeus. Temis presidía la correcta relación entre hombre y mujer, la base de la familia legítima y ordenada, y la familia era el pilar del dimos. Los jueces eran a menudo llamados ‘sirvientes de Temis’. Tal era la base del orden en el Olimpo también. Hera se dirigía a ella como ‘Señora Temis’. Temis era la diosa de la Justicia divina, cumplidora de los dictámenes de los dioses.

sábado, 6 de febrero de 2016





Hestia (Diosa del fuego sagrado y del hogar)



Es la diosa del hogar y la familia. Estaba presente en el fuego de todas las casas y templos griegos. Nunca interviene en guerras o disputas, es una diosa pacífica que permanece siempre en el Olimpo donde también constituía el centro religioso de la casa de los dioses.
Hestia era una diosa virgen a la que Zeus le había concedido el don de conservar su pureza. La primera ofrenda de los banquetes se hacía a Hestia.
Se representaba sentada o de pie, en actitud solemne y sosegada, sosteniendo una llama en la mano derecha, con un velo que desde la cabeza le caía por la espalda.
Su símbolo era el círculo.
Era hija de los titanes Cronos y Rea y hermana de Zeus. Fue la primera en ser devorada por su padre Cronos al nacer.
Cuando Dionisos es admitido en el Olimpo, Hestia le cede su puesto en el consejo de los doce dioses y se dedica por completo al cuidado del fuego sagrado del Olimpo.

viernes, 5 de febrero de 2016


Ares 


Ares es el hijo del dios supremo griego Zeus y su mujer Hera. Pero nunca fue un hijo amado, ya que ninguno de sus padres tuvo mucha simpatía por sus actividades, su lugar de nacimiento es Tracia, que también es considerado como su verdadero hogar. Su símbolo es la lanza y también se le asocia con un perro y un buitre. Ares solía estar acompañado por otros dioses en la batalla, específicamente solía estar acompañado de: Deimos y Fobos (los espíritus del terror y el miedo), de su hermana Enio (la diosa del derramamiento de sangre), y Alala, cuyo nombre se convirtió en grito de guerra en la batalla.

El Dios griego Ares es el equivalente al dios romano Marte. Sin embargo, es más malvado, cruel, destructivo, e incivilizado. También es conocido por disfrutar del derramamiento de sangre y es uno de los más odiados y temidos de los dioses griegos. De hecho, Zeus, su padre, le dijo la famosa frase: "Para mí eres más odioso de todos los dioses que ocupan Olimpo"! . Aunque la guerra es el principalmente el verdadero amor de Ares, también es conocido por sus numerosas relaciones ilícitas. Ares es retratado como un hombre muy encantador y guapo, que a través de bonitas miradas conseguía múltiples aventuras con mujeres, por lo que también goza de fama de promiscuo.


Zeus/Júpiter 

Desde su olímpico trono, Zeus, padre de dioses y de hombres, es el soberano de las alturas,

"el que amontona las nubes", lanza el rayo y administra la Justicia. Tan sólo contra el Destino

no puede combatir. Su carácter enamoradizo le llevó a unirse tanto con diosas como con

mujeres mortales, por lo que muchas grandes familias pretendieron contar entre sus antepasados

con algún hijo de Zeus/Júpiter. En él se da como en ningún otro dios la mezcla de lo sublime de lo frívolo. 

martes, 2 de febrero de 2016

                                Dionisio.



Identificado en Roma con el antiguo Dios itálico Liber Pater es el Dios del vino, la viña y el delirio místico.

Hijo de Zeus y Sémele, pertenece a la segunda generación de los olímpicos. Zeus tubo a Dionisio los últimos tres meses de gestación cosido en su muslo (después de extraerlo del seno de su madre fulminada por un rayo del mismo Zeus), por eso se le conoce como el "nacido dos veces".

Hermes encargó su educación a Atamante, rey de Orcómeno, y su esposa Ino; vistiendo al bebé con ropa de niña para evitar los celos de Hera, que ya había engañado a Sémele para que pidiera a Zeus una exhibición de rayos que la mató.
No surgió efecto y Hera hizo que Ino y Atamante enloquecieran. Zeus se llevó entonces a Dionisio lejos de Grecia, al país llamado Nisa, lo transformó en cabrito y lo entregó a las ninfas autóctonas. Estas ninfas se convirtieron en la constelación de Híades.
Cuando creció, Dionisio descubrió el vino, Hera lo enloqueció y vagó por Egipto y Siria, llegando a Frigia, donde lo recibió Cibeles, purificándolo e iniciándolo en su culto. Desde entonces siempre lo acompañan sátiros, bacantes y otras bestias.
En los márgenes del Estrimón, en Tracia, reinaba Licurgo, que quiso matar a Dioniso y acabó loco, cortándose una pierna y la de su hijo y siendo descuartizado por su propio pueblo.
Luego Dionisio fue a la India, conquistándola con su ejército y sus encantamientos y poderes místicos.
De vuelta a Grecia, se dirigió a Tebas e instauró las Bacanales, a pesar del rey, al que castigó. En Argos hizo enloquecer a las mujeres del país, que se comportaban como vacas y se comían a sus fetos.
Pidió a unos piratas que le llevaran a Naxos y ante su intento de estafas los enloqueció y se convirtieron en delfines, dando más renombre aún al dios.
En el Hades pidió al dios de los infiernos que liberara a su madre y este lo hizo a cambio de mirto.
Por último, ascendió al cielo y raptó a Ariadna en Naxos.
En la lucha de los dioses contra los gigantes, mató a Éurito de un golpe de tirso.

El culto a Dionisio

Dios del vino y de la inspiración, era festejado mediante grandes procesiones de los genios de la Tierra y la fecundidad: los llamados Misterios de Dionisio. El senado prohibió estos ritos licenciosos y orgiásticos llamados Bacanales en el año 186 A.C. Aunque las sectas místicas siguieron con esta tradición y aún tienen un papel importante en el Imperio.