martes, 23 de febrero de 2016


Artemisa


Era la diosa de la caza, de las fieras y de la naturaleza salvaje. Su nacimiento tuvo lugar poco antes que el de su gemelo Apolo, y ayudó a su madre durante el nacimiento de su hermano. Es hija de Zeus y la titánide Leto.
Artemis podía aparecer como una dulce y casta doncella, como una feroz criatura asociada siempre al oso o como una diosa de las cosechas, llegando a recibir en ofrenda los primeros frutos recolectados de la tierra, por lo que puede aparecer asociada a la gran diosa madre, Ceres, o incluso a Selene, por su carácter de protectora de la luz lunar. A causa de ser considerada una diosa virgen, era la protectora de las jóvenes, aunque en ocasiones solicitó el sacrificio de alguna para aplacar su furia, tal fue el caso de Ifigenia, que debía ser sacrificada por los griegos si querían que sus barcos pudieran partir hacia Troya. Su virginidad no le impidió aparecer como protectora en los partos, se realizaban ofrendas de flores por las jovenes que iban a ser madres para solicitar su ayuda durante el alumbramiento y para que les proporcionara una muerte dulce, en el caso de que esta se produjera.
Las venganzas de Ártemis fueron legendarias, llegando a límites insospechados para reparar las ofensas que sufrió ella y alguien querido por la diosa. Tal fue el caso de Niobe, cuyos hijos, seis muchachos y seis muchachas de una gracia y belleza sin par, fueron abatidos por las flechas de las diosa y su hermano. El motivo fue la ofensa que recibió Leto por parte de Niobe, al jactarse ésta de su gran capacidad como madre, ya que había tenido doce vástagos, mientras que la titánide tuvo que conformarse con dos.
La diosa portaba siempre un carcaj y un arco, y estaba acompañada de una jauría que tapaba sus desnudas piernas. Lleva una media luna en la frente e iba vestida de cazadora. Ártemis destacaba por su altura entre las ninfas que siempre la acompañaban. Además, muchas veces se la representa con el pelo recogido y un pecho descubierto.

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